Anhelos

La espera me carcome, me quema en frío y a veces me retuerce en un berrinche de excitada desesperación.

Mientras, el tiempo se va bebiendo un café y luego estira la mano buscando tocar el nocturno manto estrellado.

Hay días en que trato de ocuparme todo lo posible, un intento desesperado de ahogar al tiempo, y con ello la espera y los silencios brutos.

Quisiera saltar los kilómetros que aislan al nosotros en dos mitades unidas por la eyección de sus sombras.

Endiablada distancia que no me permite cuidarte, que nos vuelven dos historias separadas y juntas.

Cada día hago la creación de un sueño distinto, y de alguna manera todos nacen con tu nombre.

Cada noche abrazo la almoada y le relato está locura, en silencio suplico que todo salga bien, es la determinación de tener tu hermosa alma en mi vida.

A veces me veo despertando juntos, te hago suaves acaricias y hago erizar tu piel, luego volteas y acabo  despertando. Que deliciosa tortura.

Mi corazón se siente vivo y late más fuerte, mi alma se hace tangible y mi cuerpo se sonroja en vitalidad y sonrizas imposibles de discimular.

Hay mucho por aprender, por superar, hay tanto que decir, que vivir.

Y con una nueva vida por venir, que bonitos recorridos nos depara un futuro explorando y aventurándonos juntos ante un nuevo mundo lleno de misteriosas bendiciones y metas por descubir, por luchar...

Ya lo he dicho de varias maneras, quiero estar contigo, transmutar todo en dicha, en paciencia, en las más dulces vivencias.

Entonces será el tiempo de contar amenidades al mundo, de deleitar a todos compartiendo el goce de nuestra felicidad, y de tocar los corazones de aquellos que volteen a ver.

Hasta entonces, lucharé con el tiempo y los retos, mientras espero por estar contigo.

Y  tu me haces desear ser perfecto...

Eres sueño paz, alegría vicio de amor... Y tu felicidad sin duda es ahora mi meta más alta.