El Rey Jyn

Un Rey joven,  

el rey sin rostro que observa entre la muchedumbre.

Miseria y corrupción se encuentra por doquier, 

igualmente los rastros de la parca.

Llanto desconsolado, seguido de una plegaria, 

a los dioses y a las fuerzas más allá de las suyas, 

a los santos que ante él parecieran vanagloriarse bañados en poder, 

mientras en su mente el Rey se disputa

'¿por qué si gozan de tanto poder no hacen nada?

Figuras quietas, muñecos al fin... 

héroes de leyendas nunca habidas...

¡Todos falsos y de arcilla!

y entonces si existen, 

¿por qué la agonía que vive su pueblo?

Un grito ahogado de impotencia, ¡soy tan inútil como uno más!

El rey sin rostro trágico esclavo del anonimato.

Un avatar que como un cobarde debe esconde su rostro.

Cuánta agonía incomprendida, 

un dilema que debe permanecer secreto...

Querido Rey, 

eres como un dios errante, 

no es más que un ser sin complemento, 

o una bestia vagando entre copias de sí misma. 

¿Cómo llegarás a tu trono, si no te vales de tí mismo?.

Imperfección del incompleto, 

y en el fondo la pretensión de cordura.

No hay manada...

cada hombre se dice 'libre' y cada casta tiene sus intereses, 

igual que cada rey... 

- El zorro joven, el Rey Errante - 

Ahora dos historias se entrelazan, 

los dos reyes son totalmente distintos,

- Zorro Errante

'El poder mal alimenta al pobre y sólo sostiene al mismo poder.'

El resultado de la crianza, la cultura y el adoctrinamiento, se sabe que anulan el buen juicio.

La maldad se justifica como técnicas, procedimientos, política... 

Mientras las personas son sólo números, carnes, huesos, errores e ideologías o simplemente son el enemigo.

La desdicha entre luces que confunden, llevando al ser errante por torrentes de bajeza, frivolidad, e incluso de locura.

¡Cuanta desgracia, cuanta calamidad! 

Son tiempos de sombras con las que hay que negociar.

Los dos Reyes de Silla, 

dos fundidos en uno nombre, en su pueblo y sus hombres 

Relucen luz propia para traer la paz y harmonía.

Así fue como dos príncipes forjaron a un Rey.

Es así como la paz gobernó por muchos años.

Pero el mal no dejó el corazón del hombre, 

arraigado desde lo profundamente insospechado ha surgido en forma de lobo y de serpiente.

y así 37 años pasaron y la traición de una mujer condenó la historia nuevamete.

Pero la leyenda de Jyn y Moo se dispersó por el mundo con más fuerza

Para recordarnos que la vida es más de lo que creemos, y para darnos las fuerzas de nuevamente vencer al mal cada vez que sea necesario.