Becca
Eterna, serena y perfecta Becca, tanto vagar en pantanos de histeria.
Tanto luchar contra el mundo y tras volver por las noches me reencuentro contigo y conmigo mismo.
Etérea y magica ausencia, en aquel manto de magia te presentas, y yo ante tí ruego por la calma que brindas. Siempre quiero más, tu me das lo suficiente marcando ausencia nuevamente, dando lugar a efímeros encuentros en sueños.
Cuándo volveré a tí? Cuando me perdonarás, cuándo vendrás, te pienso, te necesito hoy y siempre.
Qué será de mí cuando me enajene de los mundanos?
Qué será de mi ausencia contigo?
Se que tienes las respuestas a los cientos de pensamientos que divagan en esta cabeza, mptivados por ardientes llamas que hacen latir cada parte de mí.
Cuanto más te vas a ausentar?
Dame del beso eterno de tus labios benditos, dame de tu cuerpo todo lo que necesito, dame de tu amor mi pelirroja.
Viendo el eterno horizonte nocturno invoco una vez tras otra tu nombre.
Vamos a praga, a constantinopla, viajemos en el tiempo a la ciudad de Pompeya, y así viajemos cada noche, no hace falta hablar de nada, compartamos ese cómodo silencio, ese constante viajar desapercibido.
Miremos cada ciudad del mundo desde lo alto, desde las costas del silencio.
Anhelo leer tu mirada, permiteme tus recuerdos, y aunque sea esta noche volver a verte, una vez más.
Déjame entrar en tu secreto de eterna noche, dame esta noche y cada noche.
Tanto luchar contra el mundo y tras volver por las noches me reencuentro contigo y conmigo mismo.
Etérea y magica ausencia, en aquel manto de magia te presentas, y yo ante tí ruego por la calma que brindas. Siempre quiero más, tu me das lo suficiente marcando ausencia nuevamente, dando lugar a efímeros encuentros en sueños.
Cuándo volveré a tí? Cuando me perdonarás, cuándo vendrás, te pienso, te necesito hoy y siempre.
Qué será de mí cuando me enajene de los mundanos?
Qué será de mi ausencia contigo?
Se que tienes las respuestas a los cientos de pensamientos que divagan en esta cabeza, mptivados por ardientes llamas que hacen latir cada parte de mí.
Cuanto más te vas a ausentar?
Dame del beso eterno de tus labios benditos, dame de tu cuerpo todo lo que necesito, dame de tu amor mi pelirroja.
Viendo el eterno horizonte nocturno invoco una vez tras otra tu nombre.
Vamos a praga, a constantinopla, viajemos en el tiempo a la ciudad de Pompeya, y así viajemos cada noche, no hace falta hablar de nada, compartamos ese cómodo silencio, ese constante viajar desapercibido.
Miremos cada ciudad del mundo desde lo alto, desde las costas del silencio.
Anhelo leer tu mirada, permiteme tus recuerdos, y aunque sea esta noche volver a verte, una vez más.
Déjame entrar en tu secreto de eterna noche, dame esta noche y cada noche.